Londres es una ciudad vibrante, llena de historia, contrastes y rincones sorprendentes. En tres días puedes hacerte una buena idea de todo lo que ofrece, combinando monumentos icónicos, barrios con personalidad propia y un ambiente cosmopolita que engancha. Aquí tienes un plan completo para sacarle todo el jugo a tu escapada londinense.
Día 1: Lo más clásico de Londres
Empieza el día con un paseo por Westminster: visita la Abadía de Westminster, el Big Ben y las Casas del Parlamento. Continúa caminando hacia el río y cruza el Westminster Bridge para tener una vista espectacular del skyline.
Desde ahí, puedes ir hacia el Palacio de Buckingham. Si tienes suerte, verás el cambio de guardia. Después, date un respiro en St. James’s Park, uno de los más bonitos de la ciudad.
Sigue hasta Trafalgar Square y aprovecha para visitar la National Gallery si te gusta el arte. Para terminar el día, date una vuelta por Covent Garden, con sus tiendas, artistas callejeros y restaurantes para todos los gustos.
Día 2: Londres cultural y con vistas
Comienza el día en la Torre de Londres, una de las fortalezas más famosas de Europa. Tómate tu tiempo para explorarla y ver las joyas de la corona. Después, cruza el Tower Bridge y sigue el paseo junto al río.
Camina hasta el mercado de Borough Market y pica algo delicioso. Luego acércate al Shakespeare’s Globe y la Tate Modern si te apetece una dosis de arte contemporáneo.
Cuando caiga la tarde, sube al mirador The Shard para ver la ciudad desde las alturas o toma una copa en uno de sus bares. También puedes optar por un crucero por el Támesis si te apetece algo más relajado.
Día 3: Barrios con alma y planes alternativos
Dedica el día a descubrir algunos de los barrios más auténticos de Londres. Empieza por Notting Hill, con sus casas de colores y el mercadillo de Portobello Road. Después, ve hacia Camden Town, donde encontrarás tiendas únicas, música en directo y comida callejera.
Puedes terminar la jornada paseando por Regent’s Canal o subiendo a Primrose Hill para tener una de las mejores vistas del atardecer sobre la ciudad.
Y si prefieres algo más tranquilo, da un paseo por Hyde Park, visita el Museo de Historia Natural o piérdete por las calles de South Kensington.
Tres días en Londres pueden parecer pocos, pero si te organizas bien, dan para mucho. Lo importante es empaparte del ambiente, probar su comida, mezclarte con su gente y disfrutar sin prisa. Porque Londres, al final, no se ve… se vive.